martes, 10 de marzo de 2015

"Sueños de (s)exilio interno"


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Siesta traviesa de invierno vago.
Matices naranjas que inundan la sombría habitación.
Sombras cálidas que coquetean con los traviesos amantes.
Fantaseando posibilidades carnales, milimétricamente pautadas.
Marzo de los mil amarillos; cíclico compañero de los placeres ocultos.

Mirada furtiva del campesino huidizo.
Media sonrisa del entrañable anciano incomprendido.
Filosofía peculiar del emigrante insaciable de libertad.
Grisáceo devenir de un armario de piedra gastada, cubierto de musgo.
Sueños de media tarde dan sentido a la identidad negada que nada espera.

Piel erizada del introvertido retornado.
El baúl del exilio que alberga fotos nunca mostradas.
Tesoros visuales que alimentan las ajetreadas siestas divagantes.
Confidencias negadas en destino, sepultadas en uno mismo.
Elucubraciones incomprendidas por entornos inmediatos.

Brisas sutiles de cerezo y manzano.
Agitar de cortinas, pana y camisas de lino.
Ligero despertar. Replican campanas desde lo alto del cerro.
Se acabaron los fantasiosos sueños para el soñador de los tiempos.
Ubicado de nuevo. Aromas de heno.

Hasta mañana almohada lanuda que guionizas siestas de exilio interno.
Misma hora y lugar; confidente de sueños hilados.

*Ángel Amaro